El punto y coma
El punto y coma se emplea en los siguientes casos: Para separar oraciones relacionadas entre sí, pero que carecen de conjunción o preposición (proposiciones yuxtapuestas). Nada más ver aquella habitación, decidió limpiarla y ponerla en orden; la desempolvó, la fregó, la abrillantó y la pulió. Para separar los elementos de una enumeración que ya están separados entre sí por comas. Mi madre es tendera; la de Sandra, arquitecta; la de Antonio, cirujana. Al final de cada elemento de una lista o relación si se escriben en líneas independientes y comienzan por minúscula. La excepción es el último elemento, que se cierra con un punto. Había que estar en contacto con la naturaleza; dejar entrar el cielo, el mar y el viento; dormir sobre tablones, sobre el suelo; sentarse en sillas medio rotas. Tras una oración seguida de otra que está introducida por una conjunción y que no esté directamente relacionada con ella. Nada pudieron hacer para detenerlo